“SOLO NECESITE UNA OPORTUNIDAD”
“Desde muy pequeño me brindaron mucha libertad”. Mi padre trabajaba mucho y, por lo tanto, con mis 6 hermanos teníamos la opción de estar en la calle la mayor parte del tiempo. Yo lo hacía Y terminé juntandome con chicos que fueron de mala influencia para mí. La primera vez que probé El cigarrillo fue cuando tenía 13 años y lo hice Porque un compañero que trabaja conmigo lo sugirió, que si por curiosidad lo inicie como si fuera un juego, por diversión, pero no sabía en que me estaba metiendo.
Se con El cigarrillo y luego fui probando diferentes cosas, porque el cigarrillo ya no me saciaba: El alcohol, la marihuana y - lo que más me atrapó - la cocaína. Cada vez que salíamos a bailar con mis amigos probá vamos combinaciones nuevas.
Mi familia era muy pobre, vivíamos en una Villa de emergencia, entonces, cuando terminé la escuela primaria, decidí dejar mis estudios para trabajar y con ese dinero compraba la droga: Pero después ya no me alcanzaba porque el mismo vicio necesitaba 'que lo alimenten' , entonces comencé a sacar dinero de donde no me correspondía.
A los 16 años, conocí a una joven y tuve un hijo con ella. Tristemente, no pude asumir la responsabilidad de actuar como padre. En primer lugar, por mi edad. Pero también porque estaba siempre bajo el efecto de las drogas. Es por eso que - a los 23 años de edad regresé a mi casa con una “mochila” sobre mis hombros: el sentimiento de fracaso total, estaba consumido por las drogas, no tenía dónde ir, mi vida no tenía sentido.
En un principio, la droga me brindaba una especie de escape de la realidad: yo sentía que me ayudaba a transitar mi día a día, pero no me daba cuenta de que, en realidad, me estaba destruyendo.
Lamentablemente, tardé mucho tiempo en reconocerlo,
Pasaron 11 años hasta que vi que la situación se me había ido de las manos, que ya no podía controlar mi voluntad, pero no era el dueño de mis decisiones.
Todo se me había venido abajo, mi vida estaba en ruinas, no me quedaba otra que reconocer que necesitaba ayuda.
Una madrugada, al regreso de mi trabajo, Abrí la puerta de mi habitación y encontré a mi padre con cara de enojado sentado en mi cama, Me dijo: 'Contame, qué te pasa? Te veo mal, estás muy flaco y demacrado', yo no lo podía mirar a los ojos: en primer lugar, por la situación la que me encontraba (estaba drogado en ese momento), pero también porque sentí vergüenza de lo que estaba haciendo. El con cariño, me dijo: yo te voy a sacar de esto, no voy a permitir que termines con tu vida de esta manera y te voy a seguir hasta debajo de la cama, Con esa frase me di cuenta de que yo sí le importaba, y juntos comenzamos a buscar el cambio.
Un fin de semana mi padre me llevó a un club en San Miguel, provincia de Buenos Aires. - donde nosotros vivíamos. Alli se escuchaba música y Para mi sorpresa, las personas que estaban en la puerta, nos recibian con grandes sonrisas, por unos meses todo iba bien: pero después mi padre se fue a vivir al interior y yo me sentí solo porque él era quién me estaba ayudando. Antes de irse me regaló una Biblia, que dejé en mi mesita de luz y no volví a tocar, pasaron varios meses y, como no había nadie que me controlará, cai aún más fuerte en las drogas: vivía para consumir, trabajaba para el vicio.
Una "bendita madrugada", cuando regresaba del trabajo, decidí quitarme la vida porque ya no soportaba más, IbA utilizar un cable de micrófono que tenía en mi habitación para colgarme.
Pensaba que eso le simplificaria la vida a todos.
Cuando estaba apunto de hacerlo, se me dio por mirar hacia mi mesita de luz. Allí vi la Biblia y eso me elevó en el pensamiento y me hizo decirlo a Dios: "si vos Realmente existís, si sos real, hace algo porque yo ya no puedo más". En ese instante algo sucedió: Caí de rodillas y comencé a llorar. escuchaba una voz que me decía que mi familia me amaba, que mi hijo me necesitaba. Una paz inundó mi interior. Dios me dio una nueva oportunidad.
Luego de llorar por un largo rato, y hablar con Dios en oración, estrene una nueva vida.
Reconocí el don que me había sido dado (el canto) y - con el correr de los años - comencé a usarlo para cantarle a Dios. Ahora colaboró en uno de los centros de extensión de la iglesia visión de futuro ayudando a jóvenes que se encuentran en la misma situación que Yo viví.
Este es el testimonio de Jorge Perez, (Buenos aires) nos demuestra que, aún todo este en ruinas, Aunque parezca que el mundo se nos viene abajo, que no hay escapatoria, que no vamos a poder; si nos atrevemos a creerle a JESUS, podremos hacer Frente a cualquier situación.
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